Favorecer el derecho de acceso oportuno a la salud de los usuarios de la micro área de San Fernando y lograr la satisfacción de sus necesidades en un marco de mejoría continua de la calidad y la humanización de las atenciones, optimizando el uso de los recursos humanos y materiales disponibles en un ambiente laboral armónico y en un modelo de gestión en red asistencial.
Ser un Hospital de excelencia en atención de calidad al paciente de la red asistencial. (*) Además, somos un establecimiento ASISTENCIAL DOCENTE y ACREDITADO que trabaja en red para contribuir a recuperar la salud de la población, otorgando una atención integral, confiable y humanizada, centrada en el usuario y la familia, con un equipo humano capacitado y comprometido.
El laboratorio Hospital San Fernando es un lugar dotado de los medios necesarios para realizar investigaciones y trabajos de carácter científico, tecnológico o técnico. Según la necesidad usuaria y hospitalaria.
El servicio de urgencias del hospital es el área responsable de dar atención médica y quirúrgica a los pacientes que requieren de una atención inmediata. A diferencia de un consultorio médico, no requiere de cita y se puede acudir en cualquier momento. Para ello se dispone de un sistema de categirozación universal C1, C2, C3, C5 y C5-.
La Unidad de Paciente Crítico (UPC): Su responsabilidad es ofrecer cuidados médicos de alta complejidad a pacientes adultos que lo requieran. La unidad está a cargo de personal especializado en Medicina Interna y Medicina Intensiva, quienes se desempeñan tanto en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) como en la Unidad de Tratamientos Intermedios (UTI).
El servicio de imagenología tiene como objetivo entregar un fuerte apoyo al análisis y al tratamiento de los pacientes del Hospital, a través de pesquisas diagnósticas basadas en imágenes médicas que requiera el equipo clínico, para ello se disponen maquinas de imagenes como tomografo, rayos X, mamografías, ecografías y otros.
Los Hospitales San Juan de Dios en América, fueron fundados por la Orden de la Hospitalarios de San Juan de Dios, en latín “Ordo Hospitalarius S. Lonnis de Deo”, orden religiosa católica fundada en 1537 en Granada por el propio entronizado portugués, la que obtuvo el reconocimiento papal en 1572. Esta orden tenía además de los votos de castidad, obediencia y pobreza, un cuarto voto que los consagraba a la atención de enfermos aún en riesgo de contraer las enfermedades, de exponer sus propias vidas. Sus miembros son conocidos como Hermanos de la Caridad. A su vez, la orden está vinculada a los Caballeros de San Juan de Jerusalén, orden militar cuyo nombre completo es Soberana Orden Militar del Hospital San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta. Su función fue la de amparar un hospital construido en Jerusalén, en el año 1113 en tiempo de las Cruzadas.
El primer hospital fundado en Chile (como institución) fue el Hospital San Juan de Dios en Santiago, y con motivo de la colocación de la primera piedra del nuevo edificio (ubicado en calle Huérfanos, Quinta Normal), el Director General de Beneficencia y Asistencia Social, doctor Ignacio González Ginouves, pudo decir con razón: “Renovarse o morir. Lo exigía el progreso de la medicina que no puede ya realizarse en lo que era el Hospital San Juan de Dios. Lo requerían las necesidades módicas de la capital. Lo demandaba el progreso urbano. Lo exigía el cuerpo médico, esa tradición que se creó allí mismo, que se nutrió de progreso y que no podría perpetuarse, sino evolucionando hacia lo mejor” [Historia del Hospital San Juan de Santiago (Apuntes), Enrique Laval. 1949].
“Al mirar desde la calle del frente (Negrete), se puede ver entre los árboles, erguido, un edificio de tres pisos, prominente y probablemente pleno de historia, donde diariamente concurren cientos de pacientes por descanso y alivio, donde sufren y desfallecen, donde invocan sus creencias, donde se desarrolla el amor, nacimiento y muerte…”; Eduardo Cuevas Ríos, periodista.-
En el siglo IXI, el Gobierno del Presidente José Joaquín Prieto (1831-1841) se veía enfrentado a una serie de pestes que causaban fuertes estragos en la población y, peor aún, había aparecido en Chile una nueva, la escarlata o escarlatina, que se propagó desde Valparaíso al sur.
San Fernando, que contaba con no más de cinco mil habitantes, sufrió la embestida de la enfermedad, y para combatirla, en 1840 arriba desde Supplingen (Alemania) a esta ciudad el doctor Guillermo Markmann, desempeñándose a su vez como único médico, ejerciendo un verdadero apostolado sin cobrarle a los pacientes de escasos recursos.
La obra más trascendente de Markmann, sin lugar a dudas, fue la fundación y construcción en 1850 del Hospital de San Fernando, que erigió gracias a la ayuda y espíritu solidario de los sanfernandinos; el mismo que con sus gruesos murallones de adobe y prolongados pasillos aún está en pie y funcionó como hasta 1989.
El Hospital antiguo contaba con varias salas enormes, de techo muy alto, y distantes entre sí, lo que era muy incómodo, tanto para los usuarios internos como externos. Progresivamente, sin embargo, se fueron haciendo construcciones suplementarias y pasillos cubiertos que dieron algo más de bienestar, tanto a la atención como al desplazamiento de los enfermos.
Es claro pensar, que los primeros años de funcionamiento de este centro asistencial fueron bastante complicados, en lo referente, tanto a recursos humanos como financiero, puesto que a través de los libros de la época, que registran el movimiento de los enfermos, es posible advertir una serie de anomalías y situaciones irregulares.
Mediante decreto, de 11 de noviembre de 1864, se dicta un reglamento para las jutas de beneficencia -con características bien anecdóticas- por cuanto se establece un cuerpo colegiado para la administración de los recintos hospitalarios, conformado por el Intendente, el Administrador del establecimiento y dos vecinos destacados. Además, se crean los Dispensarios, que cuentan con financiamiento municipal, con el propósito de entregar de manera gratuita, remedios para los pobres, los cuales funcionaban de modo anexo a los hospitales, durante el lapso de una hora diaria, y quienes solicitaban esta ayuda, lo hacían directamente con el Administrador del recinto.
En marzo de 1985, se produce un terremoto que afecta la mayor parte del territorio nacional, dañando seriamente la estructura del Hospital antiguo, destinándose los enfermos al consultorio externo -Cesfam Centro en avenida Manso de Velasco- donde se instalan los servicios de cirugía y de medicina, y en cada box de atención se reacomodan tres camas, siendo los enfermos desplazados en brazos, por que no podían ingresar las camillas.
Como la hospitalización se hizo, en ese entonces, en los box de atención de policlínico, había que buscar otro lugar para dicha prestación, por lo que se consiguieron carpas de campaña del ejército, las que se ubicaron en el lugar que actualmente se encuentra el Hogar de Cristo -en una superficie eriaza, con forma de diamante-. Estas carpas -señala el doctor José Ausín- en una cantidad aproximada de 12, eran bastante pequeñas y bajas -donde solo se podía entrar “agachado”- siendo posible poner en cada una de ellas una camilla, un pequeño escritorio y dos sillas. Después de casi dos meses transcurridos -agrega- se habilitó el servicio de policlínico en el sector de Los Copihues, escindiéndose en varias salas pequeñas, donde se empezó a atender, finalmente a los pacientes.
Los pabellones mismos, de estructuras sólidas, por ser de construcción posterior, no sufrieron daños, por lo que se pudo seguir operando después de hacer una comunicación con el policlínico, donde se hospitalizaba.
Producto de las inundaciones de 1989, que anegaron dichos policlínicos, se tuvo que devolver transitoriamente a los enfermos a las salas dañadas por el terremoto.
La construcción del nuevo Hospital estaba acordada en la década de los 60, sin embargo diversas circunstancias las fueron aplazando. Es el caso, por ejemplo, de un gran incendio en el hospital de Curicó, que dio prioridad a la construcción de dicho recinto.
Después de esfuerzos estériles, en 1989 se inicia el trabajo de cirugía en el nuevo Hospital, con una estructura de tres pisos y el servicio de cirugía en el tercer de ellos con 48 camas. En una plaza autónoma en el primer piso, funcionan cuatro pabellones quirúrgicos, uno de ellos habilitados para cirugía laparoscópica.
En la actualidad, el servicio de Cirugía (hoy Pabellón) cuenta con cirujanos, anestesistas, personal de enfermería, técnicos paramédicos y auxiliares de servicio, realizándose en el área quirúrgica cirugía mayor, como por ejemplo cirugía de cáncer gástrico, entre otras.
En la madrugada del 1 de diciembre de 2000, alrededor de las 04:00 AM, un voraz incendio afectó el sector sur del Hospital, que se inicia en el entretecho, presumiblemente a raíz de un desperfecto en el sistema eléctrico que afecta el servicio de Urgencias, Residencia Médica, Obstetricia, Neonatología, Laboratorio, Esterilización, Unidad de Cuidado Intermedio y un sector del consultorio adosado.En dicha oportunidad, la comunidad fue testigo de cómo se trabajó heroicamente para evitar la pérdida de vidas humanas, evacuándose entre las compañías de bomberos que concurrieron al siniestro (San Fernando, Placilla, Chimbarongo, Rengo, San Vicente y Santa Cruz) y funcionarios hospitalarios que en ese instante se encontraban trabajando, los 142 pacientes hospitalizados entre ellos recién nacidos, ancianos y convalecientes, quienes fueron derivados a los establecimientos de la red, a la Clínica San Francisco, Clínica de la Asociación Chilena de Seguridad y sede social de trabajadores de Nestlé, en una gran hazaña que fue reconocida por el gobierno del Presidente Ricardo Lagos y por la comunidad en su conjunto.
En relación a este punto, es importante acotar que el gobierno de la época destinó 900 millones de pesos en la reconstrucción del Hospital de San Fernando, el que resultó destruido en un 40 por ciento de su infraestructura y en un 70 por ciento de su operatividad, cumpliendo a cabalidad con el compromiso asumido cuando el Presidente Lagos visitó el establecimiento siniestrado el 6 de diciembre de ese año, en el sentido de entregar un centro asistencial, sustancialmente mejorado en su tecnología incorporada, con modernos sistemas de calefacción y de renovación de aire; implementación de un moderno sistema de seguridad para la detección de incendios; remodelación de pabellones, Servicio de Maternidad y Unidad de Recién Nacidos, entre otras dependencias y, en definitiva, una mejor distribución del espacio disponible.
1848 Comenzaron a construirse las edificaciones localizadas en calle Negrete, al norponiente de la ciudad de San Fernando, que posteriormente pasarían a llamarse Hospital San Juan de Dios; sin embargo sus obras quedaron temporalmente inconclusas por falta de recursos.
1850 Se inaugura las obras del Hospital.
1872 Llegó a la ciudad de San Fernando, un grupo de ocho religiosas pertenecientes a la Congregación de las Hijas de la Caridad con la difícil misión de organizar el hospital local y atender a los enfermos.
1878 Bajo la tuición de Sor Julia, que asumen la dirección del Hospital, se amplía su construcción.
1884 Con fondos donados por doña Mercedes Gómez, viuda de Valenzuela, se inicia la construcción de la actual capilla, obra de gran belleza arquitectónica que destaca por su gran altura y por el tratamiento gótico de su fachada caracterizada por la cuidada factura de sus parejas y decoraciones de ladrillo a la vista.
1935 Un gran incendio destruyó parte del templo y toda documentación existente. Es por esto que se desconoce el nombre del arquitecto que proyectó la capilla, pero es atribuida a Teodoro Burchard, secundado por el constructor José Rudoncindo Ortiz.
1984 Este conjunto arquitectónico formado por el Hospital antiguo -los patios del Hospital San Juan de Dios y la capilla- fue declarado Monumento Nacional mediante el decreto Nº 963 del Ministerio de Educación.
2000 Voraz incendio afecta el servicio de Urgencias, Residencia Médica, Obstetricia, Neonatología, Laboratorio, Esterilización, Unidad de Cuidado Intermedio y un sector del consultorio adosado. Gobierno de la época destinó 900 millones de pesos para su reconstrucción, mejorando varias instalaciones y servicios.
2015 Con la presencia de la subdirectora de Redes Asistenciales, Dra. Angélica Verdugo, y del Intendente Juan Ramón Godoy, fueron inauguradas las nuevas dependencias de la Unidad de Pacientes Críticos (UPC) y sala de Tomografía Axial Computarizada (TAC) que cuenta con un moderno escáner, para entregar una mejor resolutividad en prestaciones médicas