NO ES UN HASTA SIEMPRE (ESPECIAL).- José Luis Abarca

Cuando hace pocos días recibió un llamado, no lo pudo creer de la emoción; pero rápidamente, se le generaron unos sentimientos que hasta este martes 20 de marzo eran de alegría, nostalgia y tristeza, esto porque José Luis Abarca, técnico de anestesia del servicio de Pabellón de nuestro Hospital tomó una decisión que le hizo cambiar radicalmente su vida.

En la sección “No es un Hasta Siempre”, queremos hacer un alto en quienes nos dejan de forma definitiva por su retiro voluntario; en esta oportunidad de forma especial, contaremos la decisión de José Luis a modo de despedida y desde ya, desearle un muy buen viaje en aquellas milenarias tierras…

Cuéntanos José Luis, ¿de qué se trata todo esto?
Bueno, dentro de la antigüedad que llevo acá, mi proyección como persona y como paramédico fue siempre salir adelante, surgir en cuanto a lo profesional dentro de la carrera y hace dos semanas postulé a un cargo en la cual quise tomarlo por un tema de crecimiento y resulta que quedé seleccionado dentro del concurso de 80 postulantes que hubo, y me llamaron confirmándome mi selección junto a otras dos personas más… y hace poco recibí el llamado del jefe de Personal del Hospital de Hanga Roa, que es el centro asistencial perteneciente a Isla de Pascua, en la cual me señaló que había sido seleccionado y que tenía que darle respuesta si aceptaba o no…

¿Y la respuesta fue…?
Que sí aceptaba… 

José Luis, primero que todo felicitarte por quedar seleccionado y aceptar esta grandiosa oportunidad, donde creemos dejarás bien puesto el nombre de San Fernando en esa hermosa isla y sobre todo, realizarás lo que a ti te gusta y apasiona como es tu rol de técnico de anestesia. Sin embargo, me imagino que hay un dejo de nostalgia y emociones por dejar este hospital que te vio crecer como funcionario.
Claro, por supuesto; mira, la trayectoria no ha sido menor, he conocido mucha gente, buenas personas, buenos compañeros de trabajo. Uno cuando empieza a trabajar en un lugar, empieza a hacerse un camino, empieza a generarse un lazo familiar con los compañeros y eso es muy difícil, no es fácil expresar el cariño por toda esa gente, por la familia, aparte de eso tengo a mi hijo… pero estoy contento por la oportunidad que se me está dando, pero a la vez, dividido mi corazón por los temas de sentimientos con la familia, con el trabajo. Yo amo lo que hago, me gusta mucho, pero siempre he sentido que puedo dar más y fue por este motivo de seguir creciendo en otros hospitales que acepté.

Para finalizar, ¿qué mensaje le dejas a tus compañeros de labores, principalmente del Servicio de Pabellón?
(emocionado), si quieren alcanzar un sueño, búsquenlo, vayan detrás de ello, siempre, siempre, porque estoy seguro que es posible conseguirlo… 

José Luis junto a la enfermera coordinadora del Servicio de Pabellón, Valeria Cortés.-