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NO ES UN HASTA SIEMPRE.- Mónica de Lourdes Sotelo Cortés
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NO ES UN HASTA SIEMPRE.- Mónica de Lourdes Sotelo Cortés

Hablar de Mónica de Lourdes Sotelo Cortés es sinónimo de prestancia, rectitud y sobre todo, de una enorme capacidad por tener regularizada la situación laboral de cada funcionario y funcionaria que componen nuestro Hospital San Fernando. Podríamos agregar que es una persona con un “fuerte carácter”, pero en el transcurso de la entrevista nos daremos cuenta de todo lo contrario: una mujer con emociones latentes, que ha valorado su vida laboral, impregnando una mancomunión relevante con sus compañeros de trabajo, lo que la hace ser un personaje respetado en el establecimiento…

En esta nueva entrevista de la sección “No es un Hasta Siempre”, conoceremos una faceta distinta de la Sra. Mónica, la que si bien se centra en su labor como encargada de la Oficina de Gestión de Personas (ex-Oficina de Personal), tiene un matiz emocional que incluso, nos permitió adentrarnos en su “verdadero yo”: amable, simpática y querendona con sus más cercanos…

Sra. Mónica, primero que todo ¿cuál es su profesión?
Haber, estando trabajando en el hospital, estudié una carrera que se llama “técnico universitario en gestión administrativa”.

¿Dónde?
En la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación en Rancagua.

¿Usted es de San Fernando?
Así es, nacida y criada en esta ciudad.

¿Y en qué año estudió aquella carrera?
Fue a principio de la década de los noventa cuando ya tenía a mis niños grandes; lo hice en horario “casi” funcionario ya que el director de entonces nos autorizó, fuimos como tres o cuatro trabajadores del hospital los que estudiamos, teniendo clases los jueves, viernes y todo el día sábado…

Sra. Mónica, déjeme hacer un paréntesis, ¿en qué año ingresó a trabajar al hospital?, y ¿qué labor cumplía?
Yo ingresé en el año 1973, el primero de junio; hubo un proceso de selección del que por esas “cosas de la vida” me enteré. Había como 100 postulantes para dos cargos de oficial administrativa, del cual quedé. Me acuerdo que la ayudante de la secretaria de la dirección estaba con licencia médica, entonces el director de aquel entonces me mandó a reemplazar en ese puesto y después me trasladaron a laboratorio. Yo ingresé en junio, después vino esa época de la dictadura que todos conocemos y el director salió; comenzaron a llegar interventores militares como directores y uno de ellos, sin recordar la fecha exacta, me llamó y me ofreció irme a la Oficina de Personal como encargada… a mí, obviamente, me dio susto en un principio, pero él confió en mí siendo que era un militar y una persona sería, y acepté. Después vino una etapa de encasillamiento tal como lo que sucede en la actualidad y quedé en la planta de directivos donde obtuve el cargo de esta unidad de forma oficial a partir del año 1980.

¿Fue en ese entonces cuando toma las “riendas” de esta importante unidad?
Con propiedad y con un cargo directivo, la que mantengo hasta el día de hoy (que este 2018 pasó a llamarse Oficina de Gestión de Personas).

¿Qué recuerdos tiene de aquella época, partiendo del hecho de que esta oficina estaba ubicada en el antiguo hospital?
Si, en un principio estuvo ubicada en el acceso principal a un costado derecho, cerca de la dirección; y después nos cambiamos para el sector de los corredores ya que los servicios clínicos estaban en otro sector.

Era un hospital antiguo, pero que cumplía muchas funciones…
Así es, era un recinto más chico, además que éramos pocos funcionarios donde todos nos conocíamos con nombre y apellido, porque en la actualidad creció tanto el hospital que yo si bien conozco del nombre de los funcionarios no los conozco físicamente; quizás falle en algo el sistema, pero no tenemos esa instancia de saber quién es esa persona que trabajará acá. Muchas veces por un tema de documentación conozco a los funcionarios y viceversa… antes éramos poquísimos.

Colegas suyos de ese entonces, los que incluso se acogen a retiro en esta oportunidad, mencionan que era un hospital “más familiar” y “más unido,” ¿concuerda?
Creo que ahí venía muy bien la fase “familia hospitalaria”, éramos una familia hospitalaria, nos conocíamos todos, además la ciudad era más chica, sabíamos donde vivían los funcionarios incluso sabíamos la vida casi privada de varios jajajaja (ríe)…

Incluso los aniversarios eran distintos
Uff, de lo que yo recuerdo eran espectaculares con candidatas a reina, muy bullado… sin embargo yo soy una persona de bajo perfil, así que no me pida que le cuente detalles porque casi nunca participaba activamente.

¿O sea no fue candidata a reina?
Nooo, jajajajaja (ríe).

Sra. Mónica, ¿Qué anécdota o historia de aquella época nos puede compartir?
Es que no sé, no sé si me avoqué tanto a trabajar, que previo a esta entrevista intenté recordar, pero no se me viene a la mente así como alguna anécdota o cosas tan importantes que hubieran marcado mi vida… 

Pero hay un punto que si quiero abordar y que usted mencionó, la frase “familia hospitalaria”, ¿hoy considera que existe ese término?
Yo creo que por el hecho de haber crecido tanto como hospital, es difícil que seamos una familia hospitalaria tal como lo fue alguna vez; si alguien se enfermaba, todos nos enterábamos y nos preocupábamos, o en el caso de un fallecimiento de algún familiar de un funcionario, participábamos de sus funerales; hoy quizás si alguien fallece o sucede algo, existe la pena o preocupación pero no como antes, como que todo sucede más rápido, la vida se volvió más vertiginosa que ya no tenemos tiempo para eso. Además, la juventud de ahora no es la misma de antes. En el pasado existía el compromiso, lealtad, compañerismo…

¿Eso se debe al cambio generacional?
Sí, creo que por ahí va la cosa. Mire, yo trabajé con muchos directores, con muchas jefaturas, pero creo que va en la formación de las personas. Mi padre era súper estricto y yo seguí su modelo acá en el hospital y gracias a Dios tengo un grandioso equipo de trabajo. Quienes dependen de mi me siguen el ritmo, saben que acá venimos a trabajar y a cumplir...

Entonces este equipo ¿lo considera su “familia hospitalaria”?
Si, el otro día una de las personas que trabaja conmigo me decía “pucha, siento harto que usted se vaya”, porque fuera de haber sido exigente con ellos, estuvieron conmigo en momentos de conflictos o problemas. Obviamente que una oficina de Personal es súper compleja, son muchos los temas que realizamos, en más de alguna ocasión puede suceder que exista algún conflicto con algún funcionario y como conozco a los míos por su forma acuciosa de trabajar, sé que si existió algún error o inconveniente no fue por flojera, por desidia o por ser malintencionado… fue un error quizás por la carga laboral que tenemos. 

Ya para finalizar, me imagino que hay palabras para su equipo de trabajo, pero también, para muchos que la conocieron que son de otros servicios… ¿qué mensaje le dejaría?
Quiero recordar a algunos directores porque me tuve que adaptar a varios que fueron llegando, o a varias jefaturas que se fueron incorporando. A ellos, a los más antiguos los recuerdo con afecto como a la Dra. Margarita Henríquez por ejemplo, a algunos que sabían mucho, otros menos; había uno que no lo quiero nombrar pero que fue muy grato trabajar con él, era muy simpático y “garabatero” y a mí me hacía reír demasiado… si él lee esta entrevista, se dará cuenta (ríe).

Un consejo a las generaciones nuevas: siento que no tienen el compromiso que había en antiguos funcionarios; no deben olvidar que si somos de la parte administrativa, aun así trabajamos para los pacientes, esto es un hospital, siempre he dicho cuanto la gente falta y no avisa, el enfermero o el jefe deben correr para llenar ese vacío; deben avisar y ser responsables… ese es el consejo, que asuman el compromiso y responsabilidad del lugar donde están trabajando.

Por eso hay que darle paso a nuevas generaciones, pero que estén comprometidas con su labor como “servidores públicos”…
Eso es lo fundamental de todo esto… y hay que consecuente con uno mismo y dar paso al costado. Por eso, ahora es tiempo para descansar y pensar en mi. 

Y un mensaje a su equipo de trabajo:
Uhh, mi equipo de trabajo es fabuloso, ojalá Dios quiera que la persona que llegue aquí, entienda lo siguiente: para trabajar en una oficina de Personal le tiene que gustar mucho y darse cuenta del volumen de trabajo que tenemos, de lo complejo que es, de todo lo que debe aprender que son muchas cosas, de que si los funcionarios que traen sus problemas quizás no lo expresan de la mejor forma, entonces arremeten contra los chicos… 

Y a mi equipo, los insto a que sigan trabajando así como lo hicieron conmigo, de forma leal, que le presten toda la colaboración a la persona que llegue… estoy infinitamente agradecida de cada uno de ustedes…-


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