Entregando la tranquilidad necesaria para la embarazada y su recién nacido
Una de las principales preocupaciones que tiene la comunidad es saber cuál es el proceso para los ingresos a partos institucionales en los diferentes hospitales del país, ello ante la pandemia y el entendible temor que pueden tener más de alguna mujer embarazada. En ese sentido, desde que se dio a conocer la alerta a nivel país, se han adoptado en todos los hospitales de la red asistencial de O’Higgins, diferentes medidas para entregar un resguardo tanto para la madre como también para su recién nacido. Es el caso del Hospital San Fernando, el que se ha destacado por el funcionamiento de los servicios de Neonatología y Ginecobstetricia (Maternidad) durante la contingencia sanitaria.
Patricia Chacón, matrona coordinadora de la Unidad de Neonatología, entregó detalles de cómo se han preparado para afrontar esta situación: “ha sido un trabajo dinámico. Hemos elaborado nuestros protocolos internos y flujogramas de trabajo, basado en las recomendaciones de la rama deNeonatología de la Sociedad Chilena de Pediatría y del MINSAL. Además como equipo de salud nos hemos capacitado para dar una mejor atención de calidad y eficaz a nuestros niños(as) y sus madres”.
Respecto al trabajo coordinado con las demás unidades de la maternidad (urgencia, pre parto, servicio de ginecobstetricia en general), la profesional señaló que “ha sido una labor fundamental para brindar una atención integral a la mamá y su hijo(a). Se han acondicionado salas para la recepción de las pacientes, para el parto y luego su puerperio, junto con las zonas de aislamiento habilitadas para los casos de sospecha por Covid-19 donde la madre recibirá a su hijo según los protocolos establecidos, teniendo en consideración el uso de mascarillas, guantes, entre otros aspectos a considerar por el facultativo y su equipo de salud”.
La unidad de Neonatología mantiene su preocupación por el cuidado del recién nacido. Por lo mismo y para evitar mayores inconvenientes producto de la contingencia, se hizo una reducción y organización en el horario de visitas de las madres, para evitar la aglomeración de personas, insistiendo en el estricto lavado de manos y correcto uso de elementos de protección personal.
En caso de recibir a pacientes con coronavirus confirmados que están en labores de parto, se ha determinado un flujograma de trabajo en base a protocolos elaborados producto de la pandemia, “la madre será aislada, siendo atendida en una sala especialmente acondicionada para el pre-parto y otra durante el parto, después será ubicada en una sala de aislamiento durante su puerperio. Ahora, el recién nacido queda hospitalizado en la unidad de Neonatología mientras se le realizan los exámenes correspondientes y según sea el caso, se dará el alta respectiva”.
Por otra parte, la profesional recomienda “de todas maneras la lactancia materna exclusiva, para mejorar la inmunidad del recién nacido. Si la madre está contagiada por covid-19, se hospitalizará en la sala acondicionada mencionada anteriormente, donde la cuna deberá estar alejada más de un 1 metro, usar mascarilla y guantes y solo tomarlo para amamantar, donde el personal de salud mantendrá la atención y controles necesarios; si la madre no puede alimentar al pecho directo, se le facilitarán los extractores de leche para continuar con la lactancia. Nuestro hospital está preparado para dar una atención integral a la madre y su hijo(a)”.
Tranquilidad para nuestras embarazadas
Carolina Canto, subdirectora de Matronería y encargada del programa Chile Crece Contigo del hospital, se refirió a las medidas adoptadas por cada servicio y unidad que tienen directa relación con la maternidad, y cuyo propósito es entregar la tranquilidad de que el centro asistencial ha adoptado todas las medidas para el resguardo de la paciente, su hijo(a) y su entorno familiar.
“Es importante que la paciente y su familia entienda que tanto los servicios de la maternidad como las otras unidades clínicas del hospital, han tenido que coordinarse para hacer cambios y poder entregar la mayor tranquilidad de que se van a atender con las condiciones necesarias. En nuestro caso particular como servicio ginecobstétrico, hemos separado las urgencias, una especial para pacientes con sospecha y otra para todas las demás, entre otras modificaciones adoptadas”, aseveró la profesional.
Sobre algunos casos de pacientes que esperan hasta último minuto para poder ingresar al hospital, por el “miedo” de un posible contagio en el centro asistencial, la subdirectora remarcó que “en estos casos, deben venir con la mayor tranquilidad ya que el hospital en sí realiza todas las acciones de sanitización correspondiente. Como servicio, tenemos turnos las 24 horas del día, por tanto siempre contamos con un médico ginecólogo y matrona, incluso sin mediar el toque de queda ya que el parto las faculta automáticamente de venir y no tener que esperar largas horas, porque la idea es que no lleguen de forma precipitada. Cuando empiecen a perder líquido, molestias por labores de parto, entre otras indicaciones, deben consultar en nuestro hospital de inmediato. Estamos preparados”.
Cabe mencionar que producto de la contingencia sanitaria, el hospital decidió suspender todos los partos privados (derivando los procesos a clínicas de la región), privilegiando los institucionales.
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