¡¡HASTA PRONTO!! María Luz Carranza Alliende

Como Hospital San Fernando hemos querido homenajear a nuestros funcionarios y funcionarias que han cumplido un ciclo laboral en el establecimiento de salud, con una entrevista en la cual nos cuentan sus inicios, historias, anécdotas y sobre todo, la importancia que ha tenido el hospital en sus vidas…

En esta oportunidad, conversamos con María Luz Carranza Alliende, tecnóloga médico del Servicio de Oftalmología de nuestro centro asistencial, y que este viernes 28 de junio se acoge a retiro voluntario. La querida “Sra. Marilú”  ha sido testigo presencial de los cambios que ha vivido dicho servicio en el transcurso del tiempo; por lo mismo es la “voz autorizada” para contar la historia de la unidad y su propia historia en la sección ¡¡HASTA PRONTO!!  

Sra. “Marilú”, ¿cuándo comenzó a trabajar y cómo fueron esos primeros años en el hospital? 
Llegué en abril de 1979, son 40 años en este centro asistencial y en esta unidad; lo hice cuando el policlínico estaba recién iniciándose con el Dr. Rafael Arratia que fue el primer oftalmólogo de la zona. Estábamos ubicados en el antiguo hospital, en una bodega inmensamente alta, la cual tuvieron que refaccionar para nosotros. Me considero parte de la formación de esta unidad. 

Y si bien el servicio ha ido progresando, “donde hoy en día estamos atendiendo a muchos usuarios con más patologías, desde mi punto de vista siento que falta la parte humana”, acotó María Luz; por lo mismo, quiso hacer un alto a su relato para explicar este punto: “antes no teníamos el equipamiento adecuado, pero si más cercanía con los pacientes; en esa época estaba el médico, la técnico paramédico y yo. Se le explicaba más al usuario sobre su patología, porque había más tiempo, teníamos menos volumen de atenciones que ahora y eso hace mucho la diferencia. En la actualidad, nosotros recibimos a muchos usuarios de varias comunas, y debemos explicarle las indicaciones en tiempos muy acotados”.  

Ahondó que el servicio de Oftalmología es centro de referencia para las comunas de San Fernando, Chimbarongo, Placilla y Nancagua, y “aunque antes atendíamos a pacientes incluso de Pichilemu, no existía tanta población con patologías oculares como en la actualidad. La gente de sectores rurales no se acercaban a los hospitales por el costo del traslado, no tenían conocimiento de las enfermedades, incluso las cataratas que recibíamos eran de personas que estaban prácticamente ciegas. Hoy en día la gente tiene más conocimiento y un mejor acceso a la salud pública”, manifestó.

Y desde el punto de vista del funcionario, ¿usted cree que ha cambiado la forma de atender al usuario? 
Para mí, no, porque el paciente es y seguirá siendo lo más importante, por eso aun me considero de la antigua escuela. La persona que llega a nuestro policlínico, a veces no comprende las indicaciones porque quizás viene ansioso y exigen una atención rápida del oftalmólogo. Debo calmarlo, explicarle que realizamos exámenes previos a la atención del médico; la prestación no es solo la consulta al facultativo, conlleva además la atención de todo un equipo completo.

MENSAJE
 “(Se emociona) En lo personal, me voy satisfecha de poder haber sido testigo de la transformación del servicio y del hospital en general, pero sé que se puede más… me voy contenta porque he recibido el cariño permanente de los pacientes y se ha notado en las felicitaciones que recibí en la OIRS durante todos estos años; y si bien las nuevas generaciones de funcionarios deben aprender de nosotros, los insto a que hagan su trabajo de forma motivada, con empatía hacia los usuarios, y con mucho compañerismo entre ellos… me voy feliz”.-