¡¡HASTA PRONTO!! Margarita Cáceres Aliaga

Desde un tiempo a esta parte, como Hospital San Fernando hemos querido homenajear a nuestros funcionarios y funcionarias que han cumplido un ciclo laboral en el establecimiento de salud, con una entrevista en la cual nos cuentan sus inicios, historias, anécdotas y sobre todo, la importancia que ha tenido el hospital en sus vidas…

En esta oportunidad, conversamos con Margarita Cáceres Aliaga, oficial administrativo del Laboratorio Clínico, que este viernes 29 de marzo se acoge a retiro voluntario. Justamente nos recibió en su lugar de trabajo, y nos abrió su corazón para contarnos sobre sus primeros años de labores en el hospital, algunas historias, que detallaremos a continuación en esta nueva sección titulada ¡¡HASTA PRONTO!! 

Primero que todo, ¿usted es de San Fernando?
Si

¿Y cuándo inicio sus labores en el hospital?
Hace 42 años, un 01 de diciembre del año 1977. Entré haciendo un reemplazo en el SOME, y después me fui a la subdirección administrativa como oficial administrativa. 

Ingresó a trabajar a un establecimiento muy distinto
Así es. El SOME estaba ubicado en la entrada del antiguo hospital. En dicho servicio éramos poquitos, como 4 a 5 personas, era un ambiente bien familiar, sacando fichas, dando horas. En ese momento, mi jefatura era la señora Lila Valdivia, también recuerdo a Adriana Serrano y a Olguita Navarro, quienes se portaron súper bien conmigo.

¿Cuánto tiempo estuvo en el SOME, para luego estar en la subdirección administrativa?
Fue poco, recuerdo que cuando llegue a la subdirección estaba como subdirectora Helena Meyer, quien había sido profesora mía en el Liceo Comercial y luego fue mi jefa acá en el hospital. Ella era contadora auditor, tengo muy buenos recuerdos de ella. Luego ella se fue a Guatemala y pasaron varios subdirectores… y con el término de la dictadura, cambiaron al subdirector, al director y a mí también me cambiaron y pasé a estar en el laboratorio.

¿O sea desde inicio de los noventa que usted está en Laboratorio Clínico?
Si, en las únicas partes que he estado en SOME, subdirección administrativa laboratorio.

¿Y al Laboratorio que usted llegó, me imagino no es el mismo al que usted conoce hoy en día?
Totalmente distinto. Antes atendíamos con una simple mesa, recibiendo las muestras de los pacientes, con una fila larguísima esperando atención. Como funcionarios no teníamos las condiciones adecuadas, pero aun así sacábamos la tarea adelante por nuestra vocación de servicio.  

¿Eso se dio por la buena relación que existía entre ustedes?
Si, nunca tuve problemas tanto con mi jefatura que con mis compañeros de labores. Nunca estuve involucrada en alguna investigación sumaria, o que me hayan puesto una anotación negativa (demérito).

¿Recuerda quien fue su primera jefatura en el Laboratorio?
Don Robinson Álvarez, quien se acogió a retiro hace como cuatro años, y ahora don Rolando Vidal. 

¿Y su relación con funcionarios de otros estamentos o de otros servicios, ¿cómo ha sido?
Buena, porque siempre están pendiente de mi, incluso ahora que saben que me voy. Hace poquito fui al policlínico y algunos funcionarios me preguntaron y se pusieron triste, otros sorprendidos porque no sabían, incluso este “niñito” de Personal, Cristian Gálvez, me dijo “pucha Margarita, le faltan tres días, pero mire, yo nunca he ido a dejar a funcionarios en su último marcaje en el reloj control, pero a usted si la voy a ir a dejar” (ríe), es que mi relación con Cristian fue distinta. Pero en general, siempre tuve una excelente relación con todos…

¿Siente que ha cambiado mucho el hospital, desde que usted llegó?
Por supuesto, en todo sentido. Me acuerdo que las salas de hospitalizados estaba en el sector antiguo, Medicina, Cirugía y Maternidad estaban todas juntas. Hoy está todo sectorizado como corresponde, en este edificio de tres niveles, yo lo encuentro lindo.

A pesar que este edificio es de la década de los noventa
Lo encuentro precioso, bien cuidado, además la gente que trabaja ahí, es buena.

MENSAJE
“Yo estoy muy agradecida de este hospital, porque gracias a Dios todo lo que tengo me lo ha dado el trabajo en este hospital. Le di educación a mi hija que hoy es una profesional, tengo mi casa y todo sola porque yo no tengo otra persona y todo se lo debo al hospital, soy una eterna agradecida del servicio de salud, me siento orgullosa de haber trabajado acá, nunca tuve problemas con nada ni con nadie… Solo agradecimientos,  y obvio, a mi jefe, a mis queridos colegas del laboratorio, todos son super cordiales, si celebramos las fiestas estamos todos, muchas gracias a todos”.-